Hay amores imposibles. Trata de la relación de amor-odio entre Werner Herzog (director) y Klaus Kinski (su actor fetiche) a través de todas sus colaboraciones. Ambos de fuertes personalidades, en donde su obligada convivencia durante los rodajes, donde los más ridículos desacuerdos hacían peligrar las producciones, y podían desembocar desde injurias e insultos interminables, hasta ofrecimientos de una tribu del Amazonas de sacrificar al actor.
Alucinante filme. Tienen que verlo.
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